Numerosos estudios científicos realizados durante los últimos 20 años, han demostrado que un consumo adecuado de frutas y hortalizas, junto con la práctica de 60 minutos de ejercicio físico diario, ayudan a mantener un peso equilibrado y una salud óptima. Es sobre todo en la etapa infantil, cuando se hace necesaria la adopción de unos correctos hábitos de vida que serán los que permitirán al individuo el desarrollo de una vida sana y plena. En este sentido, los centros escolares, junto con el hogar, son dos de los lugares clave donde tiene lugar el desarrollo individual y social de las personas en sus estadios más tempranos, ejerciendo un importante papel en la configuración de la conducta y los valores sociales de la infancia, la adolescencia y la juventud.
La obesidad y el sobrepeso son una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, producida, entre otros factores por una disminución del ejercicio físico y una alimentación rica en grasas, azúcares sencillos y en consecuencia en calorías, con un predominio del consumo de carne, precocinados, bebidas azucaradas y dulces, así como un consumo insuficiente de verduras, legumbres, frutas y pescado.
La escuela, para preparar futuros ciudadanos y ciudadanas, ha de cumplir también un papel compensador de los desequilibrios y desajustes, que en los y las escolares, está provocando la sociedad mediática y de consumo en la que están inmersos. Para ello ha de implicarse, junto con las familias y otros estamentos sociales, para contrarrestar los malos hábitos y los estilos de vida perjudiciales que tan malas consecuencias pueden tener en el futuro.
En este ámbito es importante que la escuela trabaje los hábitos de vida saludable con el alumnado para:
1. Conseguir que el alumnado adquiera la información, la formación y los valores necesarios para vivir una vida saludable.
2. Combatir la presión mediática y publicitaria con respecto al consumo de productos y alimentos poco saludables.
3. Combatir el sobrepeso y la obesidad infantil.
4. Prevenir enfermedades futuras.
5. Potenciar que el alumnado realice más ejercicio físico.
6. Recuperar la dieta mediterránea.
7. Contrarrestar los malos hábitos que por desinformación, se dan en muchas familias.
8. Dar importancia a la calidad de la alimentación.
9. Mejorar el rendimiento escolar.
10. Facilitar al alumnado las claves para una alimentación saludable.
¿De dónde vienen los alimentos que tomamos? Es tarea del profesor explicar en clase dónde y dónde podemos comprar las frutas y hortalizas así como los tipos de cultivo de frutas y hortalizas. Con la finalidad de que podáis trasladar estos conocimientos a los alumnos, repasamos el origen y los beneficios nutricionales de las frutas que se han repartido en el Plan de Distribución Escolar 2016.
MANZANA. Esta fruta se recolecta desde hace miles de años. Originaria de las zonas frías de Europa y Asia, en el XVI, los conquistadores españoles extendieron su cultivo al nuevo mundo y, un siglo después, desde Iberoamérica, el manzano emigró a América del Norte y, posteriormente, a África y Australia. En España, la manzana fue introducida por los romanos y los árabes y hoy es en día es uno de los principales productores. La manzana contiene cantidades apreciables de fibra, tanto soluble (pectina) como insoluble. El 84% de su composición es agua. Contiene 46 kilocalorías por cada 100 gramos, aporta hidratos de carbono en forma de azúcares y entre las vitaminas que contiene, 100 gramos de manzana Golden aportan 12,4mg de vitamina C, lo que supone el 20% de la cantidad diaria recomendada.
PERA. La pera es originaria de regiones de Europa Oriental y de Asia occidental, donde se cultiva desde épocas muy remotas. Los griegos y los romanos conocieron el cultivo del peral y fueron estos últimos los que lo introdujeron en la Cuenca del Ebro. China y España son los principales países productores en la actualidad. En la Región de Murcia, la pera de Jumilla es conocida por su pulpa blanca y jugosa. El 86% de la composición de la pera es agua y su contenido calórico es de 41 kilocalorías por cada 100 gramos. El 10% de su composición son azúcares. También es fuente de fibra, que facilita el tránsito intestinal.
LECHUGA. El cultivo de la lechuga comenzó hace 2.500 años. Era una verdura ya conocida por persas, griegos y romanos. Los antiguos romanos comían lechuga por la noche para propiciar el sueño tras una cena excesiva. El cultivo de la lechuga al aire libre es uno de los más característicos de la Región de Murcia, principal zona productora de toda España. La lechuga tiene un bajo valor energético, sólo 14 kilocalorías por cada 100 gramos. En su composición destaca sobre el agua (93%). Aporta fibra y cantidades reducidas de hidratos de carbono. Cien gramos de lechuga contiene el 20% de la cantidad diaria recomendada de vitamina C. Además, aporta cantidades significativas de ácido fólico.
TOMATE. El tomate proviene del Suroeste de América. Su introducción en Europa tuvo lugar desde México. Sólo se consumían como alimento en España e Italia y otros países europeos sólo lo utilizaban en farmacias hasta comienzos del siglo XIX. Los españoles y portugueses lo distribuyeron a Oriente Medio y África y desde ahí a otros países asiáticos. En el siglo XX su cultivo se extendió por todo el mundo. El cultivo del tomate siempre ha tenido una gran importancia en la Región de Murcia, que cuenta con Mazarrón y Águilas como principales productores. El tomate aporta muy pocas calorías (20 por cada 100) ya que la mayor parte de su peso es agua y contiene reducidas cantidades de hidratos de carbono, grasas y fibra. Destaca por su aporte en vitamina C, ya que contiene 26mg. Por cada 100 gramos, cantidad que representa más del 40% de la recomendada diariamente. También contiene vitamina A y carotenos.
SANDÍA. La sandía tiene su origen en el continente africano donde todavía hoy en día crece de forma silvestre. Concretamente, las primeras sandías se conocen desde hace 5.000 años en los fértiles márgenes del río Nilo en Egipto. Hoy en día es una de las frutas más extendidas por el mundo, y los principales países productores son: Turquía, Grecia, Italia, España, China y Japón. En la Región de Murcia, al igual que en el resto de España, fueron introducidas por los musulmanes entre los siglos VII y XV. El Campo de Cartagena y el Valle del Guadalentín son las principales zonas de cultivo en la Región. La sandía es de las frutas con mayor contenido en agua (94,6%) y además tiene un bajo valor energético (sólo 18 kilocalorías). Aporta 4,5 hidratos de carbono por cada 100 gramos y muy escasas proteínas, así como 4mg de sodio. En muy pequeñas proporciones contiene vitamina C y ácido fólico.
NECTARINA. Las primeras nectarinas se cultivaron en China, su nombre deriva de la palabra griega néctar que significa bebida de los dioses. La nectarina es una variedad de melocotón que, a su diferencia de éstos, se caracteriza por poseer una piel lisa y su tamaño es más pequeño, tiene también un sabor más intenso. Los principales países productores son Italia, España, Grecia y Francia. La nectarina contiene 49 kilocalorías por cada 100 gramos, 11,8 hidratos de carbono, 1,6 gr de fibra y muy poco grasa. El 86,3 de la nectarina es agua y tiene una composición muy similar a la del melocotón, con pequeñas cantidades de vitamina A, B3 y C.